¡Ohh!! Mi viejo blog, mi queridísimo y siempre tan bien apreciado BLOG. Ohhh, que recuerdos, ¡que logros! Cuanto hemos compartido, amigos míos...
En fin, hoy no tengo realmente ánimo para escribir. Hace ya bastante tiempo que vengo degenerando en un desinterés completo en todas estas cosas, habré de decir. ¿Qué es lo que se suele decir en estas circunstancias? "Descárguese usted, vierta sus frustraciones y sus ansiedades en el papel". Pero no, uno no puede hacer eso. Los blogs depresivos no son populares. Yo quiero ser popular, mi lector atento recordará que entre uno de mis ocho rasgos la conquista galáctica (y no planetaria, ¡GALÁCTICA!) es mi gran aspiración. ¿Cómo puede uno entonces llegar a tal glorioso fin ahuyentando al público, a los "fanes"?
¿Qué es acaso lo que vende? Los comentarios ingeniosos, graciosos, por supuesto. Es que es así, o se es ingenioso y capaz de enternecer o reir a los demás o usted es un mediocre de segundilla. ¿No lo dicen acaso en todos lados? ¡Claro que sí! El alma de la fiesta nunca es el sujeto taciturno y callado, sino el desenvuelto y extrovertido y que logra, mediante su fulgorosa personalidad, mantener a su alrededor a un ansioso conjunto de seguidores. El famoso cómico natural, el "stand-up comedian" de la velada...
Lo interesante es que mis investigaciones en este sentido han tenido buenos resultados. O sea, buenos en el sentido de haber llegado a una conclusión aunque esta no sea muy positiva, no sé si me explico...
¿Cómo hace uno para poder convertirse en un sujeto agradable, ingenioso, gracioso o carismático? Respusta muy fácil: ¡no se puede! NO SE HACE, SE NACE. Es completamente genético. Así es, usted lo ha leído claramente. La evidencia empírica es aplastane y rotunda, negarlo sería en vano. Es más, lo podría formular en términos estadísticos inclusive, si planteamos la hipótesis "es posible adquirir las dotes sociales para poder ser así alguien popular" es RECHAZADA con un p-valor () igual a 0.002. Es decir, la probabilidad de haber cometido un error al rechazar esa afirmación es del 0,2 por ciento. O sea, despreciable.
Apréndalo y asúmalo: el éxito y la popularidad son caracteres genéticos. Si a los 28 años los mismos no se han podido expresar fenomenológicamente, es porque NUNCA lo harán. Los genes no lo han favorecido, no en esta vida. Si usted no creé en ningún tipo de reencarnación tal vez podría consolarse empezando a ceer en ella.
viernes, 7 de marzo de 2008
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